Cosmeticorexia y Looksmaxxing son tendencias crecientes vinculadas a la obsesión por la apariencia física, popularizadas en Instagram y TikTok. Cosmeticorexia implica el uso excesivo de tratamientos de belleza, lo que puede dañar la piel y causar problemas de autoestima y ansiedad, mientras que Looksmaxxing se centra en mejorar la apariencia, especialmente entre jóvenes varones, a través de técnicas como ejercicios faciales, bótox, cirugías y “bone smashing”, que pueden provocar lesiones. Ambas tendencias están asociadas con una presión por alcanzar estándares de belleza idealizados en redes sociales, lo que puede llevar a ansiedad y afectar la autoaceptación.